Fonofobia

  Esta es mi aportación para el reto de los jueves, esta vez, propuesto por NuriaTenemos que enfocar nuestro relato en el miedo, aunque yo traté de darle un poco de humor.


Un gran estruendo interrumpe repentinamente la paz del salón. Se trata de un ruido muy fuerte que viene de fuera del edificio. Me sobresalto, ¿Qué narices es eso? Y, en ese momento… ¡¡Puuum!! Suena como si algo enormérrimo hubiera caído al suelo, e instintivamente, me levanto del sofá de un salto. Esos sonidos son tan fuertes que entro en pánico enseguida.

- ¡Ay, dios! ¡AY, DIOS! - Digo prácticamente hiperventilando- ¡Nos bombardean, Karen! ¡Nos atacan!

Karen permanece tranquila echada en el sofá, sin hacer un solo movimiento. Estamos en peligro y ella, ahí, tan pancha. Yo, sin embargo, empiezo a ponerme muy nervioso y a dar vueltas por todos lados. Los golpes son cada vez más sonoros y parecen acercarse a nosotros. Necesito hacerla reaccionar de alguna manera o no saldremos de aquí con vida.

- Levántate, Karen, por tu vida. Hazme caso por una vez…- Ella me mira con cara de despreocupación, poniendo los ojos en blanco.

- Vamos, Leo, tranquilízate, anda. – Me dice centrada en su lectura, pasando con calma a la siguiente página. - Mira que eres exagerado cuando quieres. No se va a caer el mundo, hombre.

Exasperado, y con los pelos de punta, trato de convencerla. Entonces, cuando por fin parece que estaba captando su atención, empieza a temblar el suelo de forma aterradora. Parecía que en cualquier momento se abriría un agujero bajo nosotros.

- ¡AAAAAH! TERREMOTO, KAREN, ¡¡ES UN TERREMOTO!!- Grito desesperado, con tanto miedo que me meto debajo de la mesa tiritando del susto. – Vamos a morir todos…

Tengo los ojos cerrados. Está todo a oscuras, pero noto que Karen se ha levantado al fin. El suelo no deja de temblar, y yo no consigo calmarme de ninguna forma. Siento su mano dándome palmaditas en la cabeza.

- Ay, Leo… -Dice suavemente, sentada a mí lado bajo la mesa. - Que miedoso eres. – Levanto un poco la cabeza y la veo mirándome con expresión cariñosa, y a la vez un poco divertida. - Ven aquí anda, que solo es una obra, tontorrón.

Karen me coge en brazos y me lleva otra vez al sofá. Deja bien cerrada la ventana para evitar que entre tanto ruido y se tumba a mí lado.

- Así está mejor, ¿No?- Pregunta, y yo asiento. Por fin puedo respirar. Ella me levanta en volandas y empieza a achucharme. - ¡Ay, mi perrete miedica! ¿Qué voy a hacer contigo?


Comentarios

  1. Un relato muy bien hilvanado. Las terribles sensaciones de miedo que sienten los perros ante cualquier ruido fuera de lo normal que les lleva a salir huyendo a ocultarse donde pueden.
    Menos mal que Karen acude en su ayuda.
    Aunque le pones el punto de humor lo cual me ha gustado mucho, transmites muy bien como el pobre animal se puede sentir ante el ruido de las temidas obras.
    Objetivo cumplido.
    Me encantó.
    Un abrazo

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    1. Me pareció un miedo muy interesante de reflejar en mi relato. Y, como suelo escribir tanta melancolía siempre, me dije que ya tocaba algo de humor.
      Pero, es un hecho que los animales son muy sensibles a los sonidos, especialmente los perros, con obras, fuegos artificiales...
      Gracias, Nuria!
      Un abrazo grande

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  2. Hola, SCKYW.
    ¡Genial relato!
    Nos haces meternos en la piel de estos sensibles amigos y comprender que lo que para nosotros puede ser normal, para ellos es un grandísimo problema.
    Muy bueno, felicidades.
    Un Abrazo.

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    1. Hola, Jose! Muchas gracias. Y es muy cierto lo que dices, para ellos puede ser un mundo cosas que para nosotros tal vez es normal, y eso debería hacernos reflexionar.
      Te lo agradezco. Un abrazo!

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  3. Pues hasta cierto punto hay miedos justificados, asi sean imaginarios, parece ser asi evolucionamos: En la tribu se requeria ciertas personas que estuvieran mas alertas que otros, a fin de detectar peligros en la oscuridad. No hay que ser tan confiados y temerarios.

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    1. Muy bien dicho, es una reflexión muy cierta.
      Gracias por tu comentario. U abrazo!

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  4. Me has recordado con tu relato el miedo atroz que los perros sienten ante el ruido de los fuegos artificiales, imagino que extensible a cualquier tipo de ruido fuerte y estruendoso. Deberíamos ser algo más empáticos con ellos en esos momentos. Muy bun relato con un toque de humos gracias a ese final sorpresivo.
    Un abrazo.

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    1. De hecho, estoy de acuerdo contigo. Deberíamos tener más empatía, ya que a veces no notamos o no hacemos caso a esos síntomas de miedo y ansiedad de su parte. Incluso Karen, su dueña en mi relato, peca un poco en ese sentido al minimizar la situación, aunque acertadamente se da cuenta y procede a calmar a Leo.
      Si, darle ese enfoque de humor y esa sorpresa de que, en lugar de una persona, se trata de una mascota, hicieron realmente entretenido escribir este micro.
      Gracias, y un abrazo!

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  5. Un buen relato, la mujer sabe comprenderlo y lo calma.

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    1. Gracias! Como compañero uno debe conocer a su animalin, y saber cómo ayudarlo o calmarlo cuando se ve que lo pasa mal por algo.
      Un abrazo!

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  6. Muy buen reto, has logrado la atención del lector con una angustia y la pasividad de la mujer.
    No comprendía hasta que a finalizar has logrado captar toda la atención y ver que el miedo no es igual para todos. Pobre perrito, lo paso fatal hasta que su dueña lo acogió entre sus brazos, y el tono de su voz le calmo.
    El ruido para ellos es espantoso, no me extraña que estuviera con miedo. Un besote, te felicito

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    1. Gracias! Fue muy divertido narrarlo de ese modo, porque es cierto que la angustia exagerada de Leo en contra posición con la tranquilidad total de Karen es muy llamativo hasta que, al final, te acabas dando cuenta de que el motivo es que él es un perrito pasándolo mal por esos ruidos.
      Si, los ruidos fuertes es de las cosas que más los descoloca a los pobres.
      Otro besote!

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  7. Me ha encantado tu relato que refleja tan bien el miedo desde la perspectiva de las mascotas! Yo tengo gatos y los pobres sufren muchos sobresaltos con la multitud de estruendos inesperados de la ciudad!! Je, je! Un abrazote!

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    1. Te entiendo! Yo tengo dos gatitas, y convivo con perritos a diario también. Su presectiva es muy diferente a la nuestra, y a veces les genera mucha ansiedad ese tipo de situaciones.
      Gracias por tu comentario, un abrazote!!

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  8. Muy bien narrado, me has recordado las escenas con mi Cuca cuando había tormenta o fuegos artificiales.
    Me encantó

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    1. Gracias, me alegra mucho que te haya gustado tanto. Ha sido un reto que he disfrutado mucho.
      Claro, los que convivimos a diario con mascotas entendemos muy bien cómo pasan por estas cosas.
      Un abrazo, Tracy!

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  9. Jaja inesperado giro que pone todo en su lugar! Muy bien logrado el desconcierto inicial al ver la desigual actitud de los personajes. Un abrazo

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    1. Lo comentaba por arriba a otros comentarios, disfruté un montón generando tanto desconcierto inicial, hasta que el lector se da cuenta de que Leo es un perrito.
      Muchas gracias por tu comentario, Neo. Un abrazo!

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  10. Pensé que era un ser humano, que Karen era su pareja o su hermana. Y me sorprendió cuando fue llevado en brazos.
    Toda una revelación. Saludos.

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    1. JAJAJA! Esa era la intención. Qué bien me lo pasé escribiéndolo de manera que no pareciera su mascota, me alegra mucho haber conseguido generar esa sorpresa final.
      Gracias por tu comentario, un abrazo!

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  11. Estupendo relato...Qué sería de Leo sin Karen! Saludos!
    lady_p

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    1. Muy bien dicho. Que sería de Él sin su Karen. Un abrazo!

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  12. Los perros son asustadizos o bien reaccionan con recelo ante lo desconocido, va en su naturaleza. En cualquier caso, son seres adorables. Tu relato tiene un enfoque diferente, hace despertar en el lector el interés por la trama y lo terminas con un giro sobre quién es el asustadizo. Original y atractiva la forma de presentarlo.
    Felicidades por tu estupenda aportación.

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    1. Muchas gracias, Marcos! Se trataba de darle un giro al final que le diera sentido a todo lo anterior. Así que, me alegro de que haya conseguido despertar ese interés al lector.
      Un abrazo!

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  13. me has engañado, pensé que era un niño pequeño.
    ¿alguien sabe si los perros valencianos tienen miedo a los petardos?
    Un día nos tiraran una bomba atómica y nos parecerá que se ha disparado la ola de calor.
    Todo en su justa medida...
    Abrazooo

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    1. Un placer haber conseguido engañarte, Gabiliante! Bien podría haberse tratado de un niño, tienes razón.
      JAJAJA si, todo en su justa medida!
      Un abrazo

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  14. Muy bien planteado!! A mi me suele pasar en las fiestas de fin de año, con mi gato que sufre terriblemente los estruendos de los fuegos que usan en la calle. Me da mucho dolor su miedo, como tirita y te mira y busca incansablemente donde esconderse. Hace años que en esas fiestas no lo dejo solo, aunque me quede sola.

    Me encantó!
    Un abrazo,

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    1. Muchas gracias, Cecy! Te entiendo, yo tengo dos gatas y a veces lo pasan mal con este tipo de cosas. Ellos son mucho más sensibles a las cosas de lo que muchas personas se piensan.
      Muy bien hecho por tu parte, que apoyes a tu gato en esos momentos de tanto estrés.
      Gracias por tu comentario, un abrazo!

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  15. Primero creí que Karen era una gatita tranquila y mira por donde el perrete es el protagonista. Muy bien llevado y con un buen giro al final. Besos.

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    1. Muchas gracias! De hecho, hubiera tenido sentido que Karen fuera una gata relajada en el sofá.
      Me encanta haber conseguido transmitir esa sorpresa del final.
      Un abrazo!

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  16. Pobrecitos los perretes cuando escuchan estruendos *.* Lo peor son los petardos y los fuegos artificiales.
    Encantada de volver a leerte, Sky
    Un besazo

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    1. Estoy totalmente de acuerdo contigo, Dafne. Los pobres lo pasan muy mal con este tipo de ruidos fuertes.
      Gracias! Y otro besazo

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  17. Ese perrete no es miedica, o sí :-). Pero desde su punto de vista, los sonidos cotidianos incluso, pueden darle miedo, claro.

    Muy bueno. Un abrazo

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    1. Muy cierto. Muchos no entienden que tienen una forma muy diferente de ver el mundo que los rodea, incluidos los sonidos.
      Gracias! Un abrazo

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  18. Muy buen relato. Siempre hay que hacer caso a nuestro amigos peludos. Ellos ven y escuchan mucho de lo que los humanos nos perdemos.
    Aplausos y abrazo

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    1. Tienes mucha razón, ellos ven y escuchan mucho más de lo que podremos entender los humanos. Son animales maravillosos y muy especiales.
      Muchas gracias por tu comentario, un abrazo!

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